Crear relaciones duraderas.
El branding es mucho más que un logotipo o un conjunto de colores; se trata de construir relaciones duraderas con las personas.
En este proceso, se convierte en una herramienta esencial que impulsa la conversión de clientes potenciales a través del funnel AIDA (Atención, Interés, Deseo, Acción) y su posterior retención.
En este artículo, exploraremos el papel que desempeña el branding en cada etapa del funnel AIDA y las acciones necesarias para su activación.
El objetivo de esta práctica no es solo captar la atención inicial de nuevos clientes, sino guiarlos cuidadosamente a través de las distintas fases del funnel, hasta llegar a la conversión y fidelización. Durante todo este recorrido, los leads tendrán un contacto directo con nuestra marca, creando una experiencia que nos permita aportar valor y diferenciarnos de la competencia.
Tácticas de ayuda.
Antes de desarrollar y concretar las acciones de activación, estas tácticas pueden servir de ayuda para planificar la estrategia:
Priorizar los canales: Diferencia entre aquellos prioritarios (necesarios para cubrir todo el funnel) y secundarios (que pueden aportar, pero no son decisivos). Limita los canales en las fases avanzadas del embudo para evitar dispersión; cuanto más foco, mejor.
Identificar quick wins: Asigna un nivel de relevancia y dificultad a cada acción para identificar opciones ágiles con alto impacto.
Seguimiento: Mantén una visión anual, trimestral y mensual con grandes objetivos e hitos, sin perder flexibilidad para realizar ajustes.
Planificación realista: Calcula los recursos que destinas a cada acción a partir de la carga de trabajo y el tiempo necesario, para ser realista en la planificación y ejecución.
Fase 1: Atención
Objetivo: Captar la atención del público objetivo.
En esta primera fase, el cliente potencial se da cuenta de tu existencia. Es el momento en que buscas que el brand persona, la representación ficticia de tu cliente ideal, y tu marca se encuentren y tengan un primer contacto. Si logras causar un impacto positivo (eso es clave) y pasar el filtro, podrás despertar su interés y comenzar a crear una relación.
Acciones de activación:
Diseño de un sitio web atractivo: Tener un sitio web que refleje la identidad de la marca con un diseño limpio y profesional. Invitando a los usuarios a explorar más.
Campañas publicitarias: Lanzar campañas publicitarias en plataformas relevantes (Google Ads, Facebook Ads, Linkedin, Instagram) con mensajes claros y que llamen la atención de tu audiencia.
Presencia en redes sociales: Mantener perfiles activos y sugerentes en las redes sociales donde se encuentra tu público objetivo. Publica contenido de alto valor y visualmente bien diseñado. En este punto, la constancia es clave.
Fase 2: Interés
Objetivo: Generar interés y mantener la atención del usuario.
Una vez que has captado la atención, es crucial mantener el interés del usuario proporcionando contenido de calidad. Aquí, el papel del branding es especialmente importante, ya que el cliente potencial comienza a interactuar con la experiencia que propone tu marca, la cual debe comunicar claramente los valores y la propuesta única de tu empresa.
Acciones de activación:
Marketing de contenidos: Crear y compartir contenido interesante y valioso, como blogs, infografías y videos, que ayuden a posicionar tu marca como un referente en tu industria. Además de abordar los problemas y necesidades de tu audiencia.
Estrategias de email marketing: Enviar newsletters y correos electrónicos segmentados que proporcionen contenido relevante y útil, manteniendo a los usuarios interesados en tu marca.
Atención personalizada: Hacer reuniones online, en persona o proponer atención telefónica para interactuar con los clientes y responder sus preguntas. La forma de actuar, empezando por el tono de voz, el trato y los recursos que utilizamos en esta fase, deben estar alineados con la narrativa que propone tu marca.
Fase 3: Deseo
Objetivo: Crear un deseo fuerte por el producto o servicio.
En esta fase, el usuario debe sentir que necesita lo que tu marca ofrece. Es clave conocer los puntos de dolor de tu público objetivo para que se sienta identificado y persuadido con lo que ofreces. Cuanto más detallado esté el brand persona, mejor podrás desempeñarte en esta fase.
Acciones de activación:
Muestra beneficios, no solo características: Enfatiza lo que tu cliente potencial va a recibir o ganar. Las características son importantes, pero es crucial dejar claros los beneficios que obtendrán al contratar tus servicios.
Casos de éxito y testimonios: Demuestra cómo otros clientes han tenido éxito utilizando tu producto o servicio y cómo has mejorado su situación. Utiliza datos, vídeos e imágenes para transmitir este mensaje de forma clara y directa.
Fase 4: Acción
Objetivo: Convertir el deseo en acción concreta de compra.
Después de evaluar distintas opciones, el cliente potencial elige tu propuesta de valor. Aunque pueda parecer que ya has alcanzado tu objetivo, es crucial mantener una experiencia de marca IMPECABLE en el momento de la conversión. Lo ponemos en mayúsculas porque, si has logrado atraer al cliente hasta esta etapa, la experiencia debe ser lo más fluida y cómoda posible.
Acciones de activación:
Experiencia IMPECABLE: Asegurarse de que los apartados técnicos que entren en acción en la etapa de conversión, así como: la interfaz de tu web, los recursos de apoyo y la documentación disponible, estén en perfectas condiciones.
Elementos de apoyo: Utilizar botones y mensajes claros que inviten al usuario a pasar a la acción y seguir el recorrido planeado.
Fase 5: Retención
Objetivo: Mantener al cliente y convertirlo en embajador de la marca.
Debes seguir proporcionando valor y manteniendo una relación sólida con el cliente para fomentar la lealtad y las recomendaciones.
Acciones de activación:
Experiencia post-venta: Ofrecer un excelente servicio post-venta, acompañando al cliente durante todo el proceso y manteniendo una atención personalizada.
Visibilidad de los beneficios: Asegurarse de que el cliente identifique y recuerde de manera sencilla los numerosos beneficios que ofrece la organización.
Comunicación continua: Mantener a los clientes informados y comprometidos con la marca a través de boletines, redes sociales y otras formas de comunicación.
Conclusion
El branding es una herramienta clave para impulsar la conversión en el funnel AIDA de clientes potenciales. Va más allá de un simple manual de marca y se manifiesta en cada punto de contacto con el cliente, desde la primera impresión hasta la fidelización. Al aplicar estrategias de branding correctamente en cada etapa del funnel, el porcentaje de éxito de la conversión aumentará.
La clave está en investigar las necesidades del cliente potencial, detectar sus puntos de dolor, los momentos de duda (y cómo solucionarlos) y los recursos que le pueden hacer “la vida más fácil” e incluirlos en tu funnel para ir “quemando etapas” de forma orgánica y fluida.
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