Todo está diseñado.
Efectivamente, casi todo lo que ves a tu alrededor está diseñado, meditado y trabajado para que cumpla su función. Pero, ¿alguna vez te has preguntado qué hace que algo sea un buen diseño?
El diseño a menudo se considera como el arte de hacer algo “bonito a la vista”. Sin embargo, cualquier diseñador te dirá que el buen diseño implica mucho más que la estética. No importa si es un coche, un vestido, un cartel o una página web; el producto final es inútil a menos que cumpla su propósito.
En los años 70, en un contexto caótico lleno de formas, elementos, materiales y colores, dominaba la confusión y el ruido. En ese entonces, un diseñador alemán llamado Dieter Rams se hizo una pregunta que marcaría un antes y un después en la forma de concebir el diseño y su función:
¿Es mi diseño un buen diseño?
Después de años de investigación, muchas tesis y pruebas, su respuesta a dicha pregunta quedó plasmada en 10 principios. Hoy en día, casi 50 años después, nos encontramos con un caos similar al de los años 70, donde la saturación de contenido, software, tecnologías, videos e imágenes nos impiden comprender y diferenciar lo que es o no funcional.
Es un momento idóneo para analizar estos 10 principios y su relación con las tendencias digitales de hoy. Pero antes,
¿Quién es Dieter Rams?
Dieter Rams es un diseñador industrial alemán nacido el 20 de mayo de 1932 en Wiesbaden, Alemania. Es ampliamente reconocido por su trabajo influyente como jefe de diseño en Braun, una empresa alemana de productos de consumo, y su colaboración con el fabricante de muebles Vitsoe.
Rams desarrolló sus 10 principios del buen diseño durante su tiempo en Braun, donde trabajó desde 1955 hasta 1995. Estos principios se articularon inicialmente en la década de 1980 y desde entonces se han vuelto ampliamente reconocidos e influyentes en la comunidad de diseño.
Una inspiración, hasta para Apple.
Los principios de diseño de Rams han sido adoptados y aplicados por diseñadores, empresas y organizaciones de todo el mundo. Muchos los consideran guías fundamentales para crear soluciones de diseño impactantes y sostenibles en el tiempo. Su énfasis en la simplicidad, funcionalidad y estética atemporal ha sido incorporado en las filosofías de diseño de empresas como Apple, que han citado a Rams como una inspiración.
Principio 1: El buen diseño es innovador.
“Las posibilidades de innovación no se agotan en absoluto. El progreso técnico siempre abre nuevos caminos para el diseño innovador. Pero el diseño innovador siempre se crea en conjunción con la tecnología innovadora y nunca es un fin en sí mismo.”
No debemos confundir la originalidad con la innovación. Si bien es cierto ambos conceptos se superponen en cierta manera, no necesitamos crear algo completamente nuevo para innovar. La innovación no está al servicio de sí misma, sino de la funcionalidad: En el mundo de hoy, la nueva tecnología ha producido una gran cantidad de oportunidades para la innovación, por lo que la frase "innovar o morir" es más cierta que nunca. Si no estás innovando, estás estancado.
Principio 2: El buen diseño hace que un producto sea útil.
Compramos un producto para poder usarlo. Debe cumplir con ciertos criterios, no sólo funcionales, sino también psicológicos y estéticos. Un buen diseño enfatiza la utilidad de un producto e ignora cualquier cosa que se interponga en el camino de esa utilidad.
Con esto, Rams nos hablaba de la funcionalidad como eje del diseño. De la misma manera, el buen diseño enfatiza el uso de una pieza sin por ello renunciar a otros aspectos de su identidad, como la estética o su efecto psicológico en el usuario.
Principio 3: El buen diseño es estético.
La estética de un producto es un aspecto integral de su uso, ya que los productos que utilizamos a diario influyen en nuestra personalidad y bienestar. Pero sólo lo que está bien hecho puede ser también hermoso.
En este punto, es necesario explicar que Rams no se refiere a la estética como una forma superficial de proyectar belleza, sino como un mecanismo para generar bienestar y un impacto positivo.
Principio 4: El buen diseño hace al producto comprensible.
Aclara la estructura de un producto. Aún más: da un lenguaje de producto. El buen diseño, no necesita explicación de su utilidad.
Extrapolando la idea del producto al entorno digital, debemos siempre buscar la legibilidad, la limpieza visual y la jerarquización. Crear una estructura que el usuario pueda seguir de manera intuitiva, bien sea una web, una app o un manual de identidad.
Principio 5: El buen diseño es discreto.
Los productos que sirven a un propósito son como herramientas. No son ni objetos decorativos ni obras de arte. Por lo tanto, su diseño debe ser neutral y sobrio para crear un espacio para la autointerpretación humana.
Principio 6: El buen diseño es honesto.
No hace que un producto parezca más innovador, más potente o más valioso de lo que es. No trata de manipular al consumidor con promesas que no se pueden cumplir.
El buen diseño no tiene trucos, no promete ser algo que no es y no intenta manipularte para que lo compres haciendo promesas que no puede cumplir. En realidad, esto se reduce a la integridad.
Principio 7: El buen diseño es sostenible.
Evita las tendencias y por lo tanto nunca parece anticuado. A diferencia de los diseños de moda, dura más que los años, incluso en la sociedad desechable de hoy en día.
Creo que no hace falta decir que si algo es bueno, querrás conservarlo durante mucho tiempo. El buen diseño es atemporal y, independientemente de cuánto tiempo conserves un producto, sigue siendo deseable y útil. Los buenos productos están diseñados para tener longevidad. Diseñar siguiendo tendencias o modas pasajeras, puede llevar a que el diseño pierda rápidamente su valor.
Principio 8: Un buen diseño es consistente en los detalles.
Nada debe dejarse a la arbitrariedad o al azar. El cuidado y la precisión en el proceso de diseño son una señal de respeto al consumidor.
Cuando diseñamos, deberíamos procurar que no sobre ni falte nada. Cada parte de una composición, cada contenido en una pieza, cada elemento que compone un sistema de marca, debería cumplir una función. El gran diseño lo es principalmente por sus detalles y su precisión. Se trata de enriquecer y ayudar al máximo en la experiencia al usuario.
Principio 9: El buen diseño aporta al medio ambiente.
El diseño contribuye de manera importante a la preservación del medio ambiente. Conserva los recursos y minimiza la contaminación física y visual.
Independientemente de lo bueno que sea un diseño, si no es sostenible, no puede seguir produciéndose, porque sin sostenibilidad, en algún momento todos los beneficios simplemente se ven superados por el impacto ambiental, al igual que la contaminación visual y física.
Principio 10: El buen diseño es el menor diseño posible.
Menos, es mejor - porque el foco está en lo esencial y los productos no aparecen innecesariamente sobrecargados. Volver a lo auténtico, volver a lo simple.
Finalmente, este último principio está más relacionado con el minimalismo, ya que sigue la idea de que menos es más. Creo que muchas personas están comenzando a darse cuenta de la belleza que la simplicidad puede traer a nuestras vidas, y esta es la misma lógica detrás del diseño de las galerías de arte. La simplicidad da espacio para respirar y, al hacerlo, permite que las cosas de verdadero valor brillen con más intensidad.
Conclusión
En Hordago,trabajamos, funcionamos, y diseñamos en base a estos 10 principios. Creemos firmemente en la eficiencia de los procesos para lograr soluciones estéticamente simples y distintivas, donde la funcionalidad y la usabilidad son el eje principal de nuestras propuestas. Nuestra filosofía se basa en la eficiencia y la usabilidad, asegurando que cada proyecto resuelva las necesidades específicas de nuestros clientes.
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